jueves, 13 de agosto de 2015

MENSAJES DE LA NATURALEZA

Hoy por fin, después de cuatro días de soledad y de integrar todo lo recibido y aprendido,  me pongo a vuestra disposición para contaros mis experiencias en el Bierzo, León.

Hacía ya dos años que no participaba en los talleres de mi querida amiga Eva Julián y volver a experimentar la energía del bosque me ha vuelto a reconectar con lo más íntimo de mí misma.
Día a día se ha ido desvelando todo cuanto tenía y quería saber de manos de árboles antiguos en el valle del Corzo, de aguas cristalinas en el valle del Silencio, de una cueva con secretos en el valle del Silencio, de Castaños centenarios humildes y sabios cerca del pueblo de Espinoso de Compludo, de pozas sagradas con la energía desbordada, y sobre todo, del reconocimiento de un amigo que volvía a ver, el Tejo milenario, majestuoso y generoso, que como un oráculo puso el broche de oro a una semana llena de magia, alegría y amor.


Mensajes que espero integrar en mi rutina, haciendo de mi trabajo y de mi vivir, una maravillosa experiencia. 
El trabajo personal para buscar dentro de mí ya está en funcionamiento, y aunque llevo mucho tiempo en ello, ahora el empuje ha sido contundente y el comunicado sin réplica: ACTÚA YA,
 Pero sobre todo, el que más me ha calado y el que comparto con todos vosotros es este: PARA AMAR, ÁMA-TE.
Practicarlo en vuestro día a día, veréis cómo la luz se expande y en vuestro entorno más inmediato, todo se transforma.
Gracias a las personas que a mi lado, han hecho posible estos días vividos, personas de todas partes de España y Europa, que, en un fluir de energía hemos recibido mensajes y experiencias que nos han hecho vibrar en la energía más bonita y en la que la Tierra vibra cuando todos nos conectamos: 1,01 hercios, la energía del AMOR.
Gracias Eva por tu trabajo bonito, por tu profesionalidad y tu conexión tan directa con la madre Tierra.





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