Me he sentido muy cómoda, como en casa, y lo más importante, la energía ha fluido y han sido tres días de intercambio muy productivo.
El transmitir a las personas el poder terapéutico de los cuencos y canto armónico, es mi cometido en este momento, siento que es así, y así lo realizo.
El primer contacto con estos instrumentos es de curiosidad, pero cuando el sonido traspasa la piel y llega hasta lo más íntimo, hasta el propio ser, la recepción es otra.
No es un instrumento energético que existe para complementar a otro, es tan independiente que solo con el simple hecho de escucharlo, sana la mente.
Aquí había personas que trabajan con el reiki y vieron cómo amplificaba con su sonido la energía que movían; Otras, trabajan con masaje tailandés, y al ver cómo la onda sonora llegaba hasta los huesos, vieron una gran utilidad para la artrosis, artritis y demás enfermedades de huesos.
Otras, trabajan en hospitales, y querían llevarlos para limpiar salas, pasillos y camillas; otras, trabajan en institutos y hablaban de llevarlos para las salas de profesores que se densifican con las discusiones diarias...podría seguir con un suma y sigue, pero sería tan largo hablar de las propiedades que tienen los cuencos, el poder que oculta su vibración, y las posibilidades que tienen en cualquier ámbito,que estaría rellenando espacios que os aburrirían.
Quede simplemente el hecho de mi mayor confianza en ellos y mi cometido de hacer que lleguen a todos los rincones del mundo.
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