Yo ya sabía que la naturaleza era muy, muy sabia, que el agua se lleva tus emociones molestas recurrentes, que el árbol te da cobijo, te tranquiliza, te da lecciones de grandeza y de humildad, que el viento sopla hacia donde tú estás, que el fuego quema tus pensamientos más ocultos, que la tierra te da el anclaje necesario para no volar y saber dónde está tu sitio, pero hoy, al escuchar una grabación de grillos ralentizada, he podido constatar que la tierra y todos sus habitantes (menos el hombre) nos ayudan a sanarnos, a medir nuestras fuerzas y a estar en paz, sobre todo, con nuestro corazón.
Escucha la grabación realizada por un músico, el coro que escucharás es el de los grillos.
grabación
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