Gratitud

Tenemos tanto a nuestro alrededor que pensamos que siempre ha sido así, que todo ha girado a nuestro alrededor y que por derecho propio nos lo debemos agenciar, arrancar, poseer.
El simple hecho de vivir ya es un privilegio, el respirar, reír, hablar, pensar y sobre todo no tener miedo ni incertidumbre.
Somos unos privilegiados, pero por eso, debemos de dar las gracias, tener gratitud hacia las cosas que nos hacen tanto bien, desde animales insignificantes como la oruga, hasta la vegetación más exuberante, pasando por la comida que nos da la energía para realizar las actividades que nosotros creemos más convenientes.
Qué suerte vivir donde vivo, gracias, qué suerte tener un trabajo (o no, pero ahora vivo de mi creatividad), gracias, que suerte tener quien me quiera (marido/mujer, mascota, hijos, padres, amigos....) gracias, gracias a la belleza que a veces ignoramos y que menospreciamos pero que hace de nosotros seres felices, gracias a los niños por tener la risa fácil, a los escritores por devolvernos la ilusión y fantasía y a todos los seres vivos que aportan un granito de arena para que la Tierra aún esté con nosotros.