“CUIDADORES”
Cuidar es un acto de fe. Y tiene muchas acepciones, (el diccionario
no tiene misterios para mí).
Se puede:
-Cuidar al cuerpo.
-Cuidar la mente.
-Cuidar a la mascota.
-Cuidar las palabras dichas.
-Cuidar el estilo.
-Cuidar los espacios.
Podría seguir, pero no es mi finalidad. Quiero definir el cuidado,
como un acto de amor.
Cuidar al que no puede. Cuidar al desarmado. Cuidar al niño
abandonado. Cuidar al mayor. Cuidar al que olvidó. Cuidar al minusválido.
Cuidar al desprotegido. Cuidar amando.
Para cuidar desde el amor, hay que entrar en el desinterés, olvidar
que apenas existes, bucear dentro de ti y sacar fuerzas sin flaquear, dejarse
la piel minuto a minuto, y sobre todo, olvidar que la tristeza encoje el
corazón.
He descubierto que hay un mundo más allá de mis amplias fronteras,
un mundo de abnegación y coraje, y que la licenciatura de la vida es un don
heredado, un título universitario que crean para dar todo lo que tienen dentro.
Ha cambiado mi perspectiva de la vida. He conocido nombres con
apellidos que honran y dignifican su estar.
En silencio, luchan para llevar una vida digna de quienes cuidan,
sin tener en cuenta sus sentimientos ni emociones.
Ellos hacen que me sienta pequeña, que la generosidad sea un don
exclusivo del corazón.
Ellos son, LOS CUIDADORES.
Creo en la humanidad que por encima de todo, da las gracias a sus
mayores, a sus enfermos, porque existen por su propia existencia, y ofrecen lo
que un día se les ofreció a ellos.
Ellos hacen que reviva en mi
la esperanza de que el mundo
palpita con una energía de amor y alegría.
Son personas con rostros serenos que reinventan su vida a paso de
tortuga y crean espacios con paréntesis donde dan cabida a la ternura, la
palabra y el sufrimiento callado.
Son gentes que no se atormentan con…he podido…mañana iré…si hubiera
contratado…si dejara el trabajo…
No, la dedicación, cuando es plena, no reivindica el espacio
individual o el ocio colectivo.
Todo eso queda atrás y la realidad del minuto a minuto es sostenido
por un corazón tan grande como lo es su dedicación.
El acto de amor más puro de cuantos existen.
Como homenaje, yo reivindico la figura callada del cuidador que
cuida desde el amor incondicional.
Quien ama, cuida.
(GRUPO MELLORANDO)
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